A partir del siglo VIII a.C. el diseño estructural de las “galeras” anteriores de clara influencia minoica fue modificado profundamente por los fenicios para darles una función estrictamente militar dotándole de características superiores a las anteriores en lo que se refiere a la maniobrabilidad y distribución clara entre hombres de mar y gente de guerra.
El casco se construía con el método de “fuera a dentro” que consistía en ir acoplando tracas primero y trozos de cuadernas después. En principio colocaban una gruesa quilla que en este tipo de barco poco o nada sobresalía de la primera traca de “aparadura”, también más gruesa que las siguientes tracas que iban reduciendo grosor progresivamente. A su vez, se unían unas tracas con otras mediante unas mortajas fijadas con lengüetas y pernios, y por ultimo una clavazón de bronce que unían las tracas del casco a los sectores que formaban las cuadernas.
La nave disponía de 25 remeros por banda en dos órdenes de boga a diferente nivel, una estrecha plataforma para la gente de guerra, un espolón que era una prolongación estructural del casco en su obra viva con un refuerzo notable de la quilla en proa afirmado con aros de bronce y un ariete del mismo material para penetrar el buque enemigo o provocar el volcado a la nave enemiga. La vela era soportada por un palo macho abatible en los enfrentamientos armados.
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